martes, 11 de febrero de 2014

Lo que mueve el mundo



LO QUE MUEVE EL MUNDO - KIRMEN URIBE



Autor: Kirmen Uribe
Título: Lo que mueve el mundo
Editorial: Seix Barral
Páginas: 233
Precio: 19,00€

Sinopsis (de la editorial)

En mayo de 1937, tras el bombardeo de Gernika, miles de niños vascos partieron del puerto de Bilbao rumbo al exilio. Entre ellos se encontraba Karmentxu, una niña de ocho años que fue acogida en Gante, Bélgica, por el escritor Robert Mussche. La vida de Robert cambiará con la llegada de la niña, su implicación en la resistencia durante la Guerra Civil y el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial.

Heredera de Sostiene Pereira de Tabucchi o El último encuentro de Sándor Márai, esta novela es la historia que el propio autor le cuenta a su mejor amigo, recientemente fallecido, «la historia de un héroe anónimo, de esos que vemos por la calle».

La voz cálida que da forma a Lo que mueve el mundo susurra lo esencial para recuperar lazos familiares perdidos, en un relato que hilvana las escenas, guarda los silencios del olvido y recrea el instante fugaz con la sensibilidad, la ternura y el talento narrativo de Kirmen Uribe.

Mi opinión de la novela

Nos encontramos ante una novela histórica con tintes de todo tipo: amor, amistad… Habla de las pequeñas cosas de la vida, pero también de las más grandes; de las que nos conforman como personas.

El narrador en esta ocasión es el propio Kirmen Uribe, que decidió hacer esta novela en memoria de un amigo suyo, a excepción de algunos fragmentos de la historia donde la voz recae en Vic a través de su diario. La dificultad, por llamarlo de alguna manera, en Lo que mueve el mundo la vemos en los cambios espacio-temporales. No es una novela al uso; es decir, no nos encontramos con una historia lineal ya formada, y aquí precisamente radica la grandeza de este escritor. Es capaz de darnos una novela “descolocada” por así decirlo, y sin embargo, cuando llegamos al final de esta, la tenemos perfectamente conformada en nuestra cabeza.

El estilo es claro, fácil. Nos ofrece además muchas frases que podrían decirse filosóficas, porque teniendo que ver con la novela (no son frases hechas al estilo Fito&Fitipaldis, sin desmerecerlos), nos hace pensar además en nuestra vida, nuestros objetivos y en cómo y en base a qué nos guiamos en nuestro día a día. ¿Un ejemplo? «Un viejo poema chino dice que si dos personas se quieren mucho, si han estado muy unidas y una de las dos muere, la que muere es en realidad aquella que sigue andando» o « ¿Cuántas oportunidades nos da la vida en lo que se refiere a los amigos? ¿Cuántos de ellos sentimos que lo son en realidad? ».

Sobre todo, el libro trata el tema de la amistad. A través de Robert y Herman nos vemos a nosotros mismos, nuestro comportamiento con aquellos que consideramos amigos de verdad; es una amistad incondicional, que a pesar de sus más y sus menos siempre sigue en pie. Es algo real e irreal al mismo tiempo porque, tal y como dice el propio Kirmen, ¿a cuántos podemos llamar amigos? Y lo que es más importante: ¿cuándo se presentará la oportunidad de saber si es o no amistad verdadera?

En cuanto a personajes, la novela nos ofrece una amplia variedad. Desde el protagonista que es Robert, hasta los que están a su alrededor que influyen en mayor o menor medida a la hora de “fabricar” su vida. Herman es el reflejo de amistad incondicional: juntos no hay nada que no se pueda hacer. Vic es su punto de referencia, su estabilidad, su mujer al fin y al cabo. Tenemos también a un personaje clave, porque el mismo Robert dice que cambió su visión del mundo: Karmentxu, una de las niñas exiliadas del País Vasco, que tuvo que marcharse de España tras el bombardeo en Guernica. Cuando los padres de Robert acogen a esta niña, el mundo de Robert cambia por completo, al igual que el mundo de la niña. Carmen, la hija del protagonista, es un personaje clave, gracias a ella hemos podido conocer la historia.

La novela se divide claramente en dos partes: la vida de adolescente de Robert, y la de adulto. Ni que decir tiene que la de adulto es mucho más dura y difícil, claro. Además, pienso que la segunda parte está muy lograda por el escritor, muy llena de sentimiento y muy profunda. Bajo mi punto de vista, es la que le da nombre al libro: “lo que mueve el mundo” se refiere precisamente a esta segunda parte.

Lo único que quizá recrimino un poco, y no porque no me guste, sino porque no le encuentro mucho sentido con el resto, son las primeras páginas. Comienza hablándonos de los miles de niños que tuvieron que exiliarse del País Vasco, y sin embargo, no se vuelve a mencionar en la trama principal; la única relación que hay es que Karmentxu es una niña procedente del País Vasco. Entonces, para mí, esas páginas podrían no haber estado y la historia no habría cambiado.

Es una novela cortita y ligera. Ligera en el aspecto de sencillez en la escritura. En cuanto ligereza sentimental, no esperéis encontrarla aquí. Como os decía al principio: amistad, amor, vida. Pero además de esto tan genérico, tenemos las pequeñas cosas: solidaridad, atención, humanidad… Todo importa, todo cuenta, y todo mueve el mundo.

3 comentarios:

  1. Esta novela me tienta mucho. A ver cuándo logro hacerle hueco...
    Besotes!!!

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  2. Ahora si!!!
    Esto es lo que yo esperaba.
    Muack.

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  3. Tengo muchas muchas ganas de leerlo =)

    Besotes

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